Opinión

Parto de mapuche condenada

21 Octubre 2016

Carta al Director publicada en La Tercera, Señor director:

La situación de una mapuche condenada que dio a luz engrillada es un  tratamiento cruel, inhumano y degradante, siendo además una forma de violencia obstétrica. Ésta  se produce cuando intencionalmente el personal de salud omite o no entrega información durante el parto, y es de tipo psicológica. También la hay cuando el trato es deshumanizado, discriminatorio o humillante. 

Mantener a una mujer con grilletes durante su traslado de urgencia de una ciudad a otra para la realización de una cesárea, es una grosera violación a los derechos humanos de quien se encontraba en una situación de extrema vulnerabilidad.

Hay dos versiones: la del centro hospitalario de Concepción -donde ocurrieron los hechos- el cual  informa que debieron pedir que gendarmes varones se retiraran de la sala del procedimiento, pero que los grilletes se mantuvieron en los pies de la mujer, y la de Gendarmería, que niega lo anterior. El personal de salud habría intervenido para evitar que se produjera un parto en un contexto de mayor crueldad.

Lo que debe quedar claro de esta  situación es la imperiosa necesidad de una adecuada formación del personal de Gendarmería en los estándares de derechos humanos, y el reflejo de estos criterios en las estructuras de incentivos y en los  procedimientos. 

Pudiera argumentarse que el apego al protocolo de traslado de internos implica el uso de medidas de seguridad para evitar una fuga, pero la aplicación de las mismas obedece a un contexto que debe ser evaluado, y a una debida proporcionalidad.  La pregunta que debemos hacer es dónde quedó el criterio y si basta decir que se actuó así porque hay una medida judicial de por medio. Hay cosas que no son defendibles.

Lidia Casas Becerra
Profesora Centro de Derechos Humanos, Facultad de Derecho
Universidad Diego Portales

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