Opinión

Indicaciones al proyecto de ley de migraciones: me invitaron a la fiesta de un desconocido

11 Abril 2018

*Carta publicada originalmente en El Mostrador, el 10 de Abril de 2018

Señor Director:

Es posible que a varias de nosotras nos haya pasado que vamos al cumpleaños de un amigo de una amiga y, a la hora de cantar la canción de estas ocasiones, no sabemos a quién le estamos cantando. Se produce un silencio en el salón y alguien desde atrás susurra, en medio de la melodía: “¡Gonzalo!”. Todos, entonces, entonan: “¡Feliz cumpleaños Gonzalo, que los cumplas feliz!”

Así nos sentimos cuando nos invitaron desde La Moneda, con muy poca convicción el fin de semana, a la firma de las indicaciones al proyecto de Ley de Migración y Extranjería presentado en 2013, y que ha vuelto a tener movimientos en las últimas semanas. ¿Qué contienen estas indicaciones? ¿Se tomaron en cuenta los planteamientos de expertos y expertas? ¿Se escuchó la voz de la sociedad civil migrante y que trabaja con migrantes? ¿A quién estamos cantando el cumpleaños feliz?

Debido a que estaríamos celebrando a un desconocido, decidimos no ir, pues, mal que mal, en el asunto de las migraciones —en el que trabajamos desde hace ya casi 10 años— no podemos aplaudir cualquier cosa. No podemos celebrar la visión utilitarista, securitista y economicista de las migraciones, ni la existencia de visas consulares dispuestas a rajatabla sin otros mecanismos, que solo ocasionan perjuicios a las personas migrantes y al Estado. No podemos ovacionar la criminalización de las migraciones, la ausencia de un debido proceso y menos las trabas en el acceso a derechos fundamentales. No podemos festejar si no sabemos si se otorgará la nacionalidad chilena a hijos e hijas de personas migrantes nacidos en Chile, con independencia de la situación migratoria de sus padres, algo en lo cual ha habido grandes avances en los últimos 5 años. No podemos, después de no ser escuchadas ni nosotras ni el resto de las organizaciones de la sociedad civil que trabajamos en la materia, hacer como si nada hubiera pasado. No podemos, en fin, aplaudir, sin saber qué estamos aplaudiendo.

Lidia Casas Becerra
Directora del Centro de Derechos Humanos de la Universidad Diego Portales

Francisca Vargas Rivas
Directora de la Clínica Jurídica de Migrantes y Refugiados de la Universidad Diego Portales

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