10 Diciembre 2025
Lidia Casas, Judith Schönsteiner y Marcela Zúñiga – El Mercurio
El debate también ha sido analizado por académicos. Las investigadoras del Centro de Derechos Humanos UDP, Lidia Casas, Judith Schönsteiner y Marcela Zúñiga, afirman que flexibilizar la norma “no responderá a cuestiones más estructurales del empleo temporal”. Y plantean: “Las personas que pueden moverse a trabajar al campo, necesitarán de condiciones mínimas y decentes de habitación, jornadas laborales y remuneraciones que permitan una sostenibilidad no solo para costear el tiempo en una región determinada, sino también sostenerse económicamente cuando terminen la temporada y que no cuentan con otro trabajo”.
En tanto, las investigadoras señalan que “la contratación de personas migrantes no debe considerarse como un ‘recurso’ para llenar vacíos de empleo (…). La necesidad de avanzar en mecanismos que permitan la incorporación ordenada y regular de trabajadores migrantes para labores agrícolas debe ser compatible con las obligaciones internacionales, garantizando trabajo decente”.
Sobre las formas para atraer mano de obra nacional de regreso a la agricultura, sostienen que será cuando “la agricultura ofrezca trabajos dignos, remunerados según la normativa vigente, y con los descansos y adaptación familiar correspondientes (…). La minería también implica muchos desplazamientos y no hemos escuchado de problemas de falta de mano de obra”.
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